Observations | ¡¡ CAMBIO POR 8 SELLOS ¡¡
Se trata de un crucero muy antiguo y objeto de una leyenda trágica... Según cuenta la leyenda, en el pueblo de Prats vivÃa un chico un poco miedoso que temblaba con solo pensar que algún dÃa el diablo podÃa ir en su busca. Los jóvenes del pueblo tuvieron la mala idea de enviarle a Canillo a buscar vino a cambio de invitarle a merendar. Puesto que se resistÃa y para que no tuviera miedo, le dieron una escopeta y lo enviaron a Canillo.
Cuando llegó a Canillo ya empezaba a oscurecer. Se dirigió a recoger el vino y, puesto que habÃa mucha gente, dejó la escopeta y la bota y se fue a dar una vuelta por el pueblo. Cuando el mesonero terminó de servir a todos los clientes, llenó la bota de vino del chico y por curiosidad echó un vistazo al arma ya que le parecÃa que estaba mal cargada. Creyendo que era a causa de un descuido, la cargó bien, por si acaso, pensó, el dueño de la escopeta tenÃa que defenderse de un animal y el arma no le respondÃa.
El chico recogió la bota y la escopeta y tomó el camino de regreso a Prats. Entretanto, sus amigos le tenÃan preparada una sorpresa... De repente, apareció una forma blanca que gesticulaba en medio del camino. El chico no se lo pensó dos veces: disparó y echó a correr hacia su casa gritando que habÃa matado al diablo. El resto de chicos se burlaron de él y lo alentaron a regresar al lugar para ver al diablo muerto. Cuando llegaron, vieron que su amigo habÃa desaparecido y que se lo habÃa llevado el diablo. HabÃan sido castigados por su maldad.
En el lugar donde sucedió esta historia se decidió colocar una cruz para que los viandantes no olvidaran las consecuencias de un acto tan feo. La cruz tenÃa siete brazos, como siete eran los jóvenes que quisieron burlarse de su amigo. Uno de los chicos desapareció y, extraña coincidencia, la cruz también perdió uno de sus brazos. |
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